¿Qué relación hay entre la manera de relacionarse con la naturaleza y con las mujeres? ¿Y qué relación tiene el Ecofeminismo con el cambio climático? Estas son preguntas que desarrollan quienes ahondan por una teoría ecofeminista. Si bien al día de hoy encontramos diferentes ramas del ecofeminismo, de manera general, lo que buscan es reconfigurar un mundo que está estructurado por prácticas patriarcales y capitalistas y, así, desarrollar una relación más empática y solidaria frente a aquellos que en esta estructura se consideran al servicio de los hombres y el patriarcado: las mujeres y la naturaleza. En este ensayo veremos que, si bien las propuestas planteadas por el Ecofeminismo demuestran que el humano debe cambiar su relación con la naturaleza y las mujeres en vista de detener el cambio climático, estas parecen utópicas y lejanas. Primero, veremos por qué surge esta propuesta ecofeminista, luego, qué soluciones plantea frente al cambio climático y, por último, por qué parecen utópicas y lejanas.
El Ecofeminismo surge como solución a un mundo estructurado por prácticas patriarcales y capitalistas y se enfrenta al calentamiento global y al cambio climático. Un mundo que va hacia un futuro incierto y a un exterminio total de la naturaleza. Se presenta como solución al cambio climático de la época del Antropoceno, época geológica que va después del Holoceno en la cual se ve un grave impacto de los seres humanos sobre la naturaleza. A causa del uso desmedido de los recursos naturales, el humano se ve enfrentado en el Antropoceno a cambios climáticos y un calentamiento global que aumentan cada vez más. Al estar enmarcado en una sociedad en la cual el humano se considera dueño de la naturaleza y asume que puede utilizarla sin medida. El Ecofeminismo ve como la causa de esto a la estructura patriarcal de la sociedad, que pone al hombre como el centro de todo, y prácticas capitalistas que han ido aumentando con un consumo desmedido de los recursos naturales. Como afirma Herrero (2017): “Bajo una creencia antropocéntrica de superioridad biológica, los seres humanos han dominado y sometido a la naturaleza, extrayendo violentamente sus recursos” (p. 23) El Ecofeminismo pone como víctimas de la sociedad patriarcal y capitalista a las mujeres y la naturaleza al ser consideradas como inferiores al hombre y como servicios de los cuales pueden disponer o sobre los cuales pueden opinar sin medida. Como lo plantea Porcel (2020): “La relación que se ha establecido entre animales humanos y animales no humanos es bastante análoga a la relación histórica entre hombres y mujeres. Ambas violencias se traducen en poder y falta de compasión, y construyen el ideal de virilidad patriarcal.” (párrf 5). Como se afirma aquí, el hombre se relaciona con la naturaleza y las mujeres a partir del poder que siente frente a ellas. Pero, con una falta de empatía y de una visión de igualdad.
Sin embargo, aunque el Ecofeminismo considera a las mujeres como víctimas de la estructura social, también las muestra como figuras importantes en la búsqueda por la defensa de la naturaleza. Como afirma Puleo (2017): “Como han señalado diversas conferencias mundiales de la ONU e informes de numerosas ONG, las mujeres se cuentan entre las primeras víctimas del deterioro medioambiental pero también participan como protagonistas de primer orden en la defensa de la Naturaleza.” (p. 211). No obstante, el Ecofeminismo busca alejarse del concepto de que solo las mujeres deben cuidar de la naturaleza, mientras que los hombres se deben preocupar por cosas, para muchos, “más importantes”. Esta relación que se considera “innata” entre las mujeres y la naturaleza, en realidad se debe a la sociedad patriarcal que ha adjudicado ciertas tareas para hombres y otras para mujeres. Porque, “históricamente, el colectivo femenino no ha tenido acceso a las armas y ha sido tradicionalmente responsable de las tareas del cuidado de la vida más frágil (niños/as, mayores y enfermos)” (Puleo, 2017, p. 210) y, asimismo, del cuidado de la naturaleza. El Ecofeminismo busca que todos los humanos tengan un papel en el cuidado de la naturaleza y no solo las mujeres: “para potenciar la igualdad de género ligada a la conciencia ecologista es imprescindible que las actividades relacionadas con el cuidado de otros seres vivos, humanos o no, sean asumidas también por los varones.” (Tapia, 2012, p. 276).
Por ende, se busca un cambio en la mentalidad de los seres humanos y una relación más empática y solidaria con la naturaleza. Donde ya no se conciba la naturaleza como un recurso del cual se puede disponer sin medida, sino que se vaya “tejiendo una relación diferente entre la sociedad y la naturaleza a través de la afirmación de la interdependencia.” (Svampa, 2018, p. 163) Asimismo, se busca el fin de la jerarquización que privilegia lo masculino sobre lo femenino, para poder llegar al empoderamiento de las mujeres y a la igualdad entre géneros. Por otro lado, al instaurar una ética de cuidado con la naturaleza, cambiar la idea de que somos sus dueños y disminuir el consumismo, podremos reducir en gran medida la explotación de la naturaleza y el calentamiento global. “Valores como la compasión, la empatía y la solidaridad son imprescindibles para hacer frente a la crisis medioambiental.” (Tapia, 2012, p. 276) Para, así, no tener una mayor pérdida de biodiversidad u otra pandemia como la que vivimos hoy en día a causa del consumo y uso de los animales.
Sin embargo, desarrollar una consciencia en todas las personas y cambiar la estructura de la sociedad es un reto difícil y que parece utópico. Las estructuras patriarcales y capitalistas están implantadas en la cabeza de la mayoría de humanos. Es tan solo una minoría de personas, como ciertas comunidades indígenas, que conciben de otra manera a la naturaleza y a las mujeres. Entonces, es difícil cambiar la mentalidad de la mayoría de personas cuando estas se han educado bajo principios patriarcales y capitalistas y cuando la sociedad y el Estado siguen impulsando estas creencias. Estructuras y pensamientos que están tan arraigados a la sociedad, que muchas veces pasan desapercibidas al encontrarse en cosas consideradas insignificantes para muchos, como, por ejemplo, el lenguaje. Asimismo, las luchas ecofeministas todavía se ven enfrentadas a muchos obstáculos. Por ejemplo, siguen surgiendo grupos ecologistas antifeministas que, como cita Puleo (2017): “En nombre de una supuesta naturaleza femenina, llaman a las mujeres a abandonar los estudios y el trabajo asalariado y volver a consagrarse exclusivamente al cuidado de los hijos” (The Ecologist nº 48 citado en p. 212). Esto demuestra que siguen existiendo mentalidades arraigadas al patriarcado contra las cuales el Ecofeminismo debe seguir luchando.
En conclusión, el Ecofeminismo busca que los hombres y seres humanos en general cambien el pensamiento de que tienen el poder sobre la naturaleza y las mujeres y pueden disponer y opinar sobre estas a su conveniencia. Tratando de que las relaciones entre humano y naturaleza cambien hacia una relación basada en el respeto, cuidado, empatía e interdependencia para cambiar conductas patriarcales y capitalistas, en busca de reducir el consumismo y el impacto del ser humano sobre la naturaleza. Sin embargo, aunque esta solución es llamativa, parece utópico llegar a un cambio de mentalidad y reestructuración de la mayoría de la sociedad.
Referencias
Herrero, A. (2017) Navegando por los turbulentos tiempos del Antropoceno. Ecología Política, 53: 18-25.
Porcel, A. (2 de mayo del 2020) Reseñas de «Claves ecofeministas para rebeldes que aman a la Tierra y a los animales». Revista 15-15-15. Recuperado de https://www.15-15-15.org/webzine/2020/05/02/resena-de-claves-ecofeministas-para-rebeldes-que-aman-a-la-tierra-y-a-los-animales/
Puleo, A. (2017). ¿Qué es el ecofeminismo?. Quaderns de la Mediterrània. (25) 210-215. Recuperado de https://www.iemed.org/observatori/arees-danalisi/arxius-adjunts/quaderns-de-la-mediterrania/qm25/what_is_ecofeminism_Alicia_H_Puleo_QM25_es.pdf
Svampa, M. (2018) Imágenes del fin: narrativas de la crisis socioecológica en el Antropoceno. revista Nueva Sociedad No 278: 0251-3552.
Tapia, G. (2012). Ecofeminismo para otro mundo posible. Revista Nomadías. (15) 275-279. Recuperado de https://nomadias.uchile.cl/index.php/NO/article/download/21102/22337/
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